sábado, 12 de enero de 2013

Teatro y educación social


"El teatro es un arma eficaz que puede servir de liberación si se sabe utilizar de forma adecuada." (Augusto Boal).

En el mundo de la enseñanza con frecuencia se considera al teatro como una herramienta útil para transmitir conocimientos, perder la timidez o divertir durante las fiestas escolares.

Sin embargo, cuando se reúnen las posibilidades pedagógicas que ofrece con los objetivos de la educación social, se produce una dinámica bastante interesante que permite a los enseñantes aprovechar una multitud de ocasiones para hacer un teatro vivo y una enseñanza activa y participativa; porque el teatro tiene mucho en común con los objetivos de la educación social.
Pero, para conseguirlo, hay que favorecer que estas ocasiones se produzcan en la escuela y formar enseñantes que tengan una formación adecuada para desarrollar proyectos con los estudiantes.

La educación social es una forma de educación cuya meta es desarrollar elementos esenciales de un movimiento hacia una mejor calidad del entorno. Es un proceso permanente en que el individuo y la colectividad toman conciencia de su entorno y adquieren conocimientos, valores, competencias, experiencia y voluntad que les permitirá actuar individual o colectivamente para resolver problemas actuales o futuros re la ti vos al entorno (UNESCO,1987).

La educación social es una educación permanente que hace hincapié en objetivos tanto cognitivos como afectivos o de comportamiento. Ese proceso permanente tiene como objetivo global desarrollar, con los individuos o grupos sociales, un saber ser que favorezca la optimización de su relación con el entorno de vida, igualmente un saber y un saber-actuar que les permita implicarse como individuo o como colectivo, a corto o largo tiempo, en acciones que ayuden a preservar, restaurar o mejorar la calidad del patrimonio común necesario en la vida y a la calidad de la vida (Sauvé, 1992).

Los objetivos que queremos alcanzar son los mismos que los de la "Charte de Belgrade" en 1975, es decir, ayudar al individuo y al grupo a:

1.Tomar conciencia de su entorno global y sensibilizarse con los problemas que están relacionados con él.

2.Adquirir una comprensión fundamental del entorno global, de la presencia de la humanidad en este entorno, de la responsabilidad y del rol crítico que le incumba.

3.Adquirir va lores sociales, interés por el entorno social, motivación para participar activamente en la protección y la mejora del entorno.

4.Adquirir competencias necesarias para la solución de los problemas.

5.Evaluar los recursos educativos, sociales y estéticos.

Para que la educación social implique la sensibilización en la calidad estética de los ámbitos de vida, las orientaciones metodológicas tendrán en cuenta el desarrollo de la competencia estética para permitir identificar criterios de calidad en este nivel y para poder participar en la creación o en la transformación de sitios agradables, sanos y funcionales para vivir.

Los ejercicios se centrarán en el desarrollo de habilidades de comunicación:
saber transmitir un mensaje, saber escuchar, saber dialogar, negociar, convencer; porque son aspectos importantes en la educación social.

El contenido de los talleres de teatro y educación teatral se tienen que fundar en una enseñanza que tenga en cuenta:

- la pedagogía de base,
- la orientación comunitaria,
- la experiencia concreta, directa,
- la explotación de las posibilidades espacio-temporales,
- la interdisciplinariedad,
- el trabajo en grupo.

Para alcanzar los objetivos y abordar los contenidos de una forma dinámica y creativa podemos utilizar las técnicas de expresión dramática más conocidas, es decir:

- expresión personal,
- psicodrama,
- juegos basados en la emoción y la ternura,
- ejercicios de escritura individual y colectiva,
- improvisaciones a partir de temas sociales.

Entre otras, trabajar con las técnicas de: Augusto Boal, "Cycles Reperes" y inventar las propias dependiendo de las necesidades del grupo-clase.


Conclusión
El teatro, el arte dramático y la pedagogía de la expresión son herramientas educativas básicas para la intervención en el campo de la formación. Y para las personas en dificultad de inserción social suponen de encontrar salidas para formar parte de la sociedad.
Porque, cuando utilizamos estas técnicas dramáticas ponemos en marcha un proceso que corresponde a las esperanzas de los marginales; al trabajar con ellos lo más importante es escucharles y mirarles para permitir que se expresen. Tienen mucho que decirnos.

Trabajando de una forma positiva con el principio "ayúdame, te ayudaré a ayudarte", los que intervienen en el campo de la educación social crecen al mismo tiempo que los que participan en los talleres de teatro.

Así dramático el arte y la pedagogía de la expresión favorecen la mejora la sociedad.

Ñaque Editora, 1997
Dr. Georges Laferriere
Decano de la Facultad de Arte
Universidad de Québec él. Montréal